domingo, 14 de marzo de 2010

¿Qué es el Síndrome de Noé?
















Esta enfermedad es una patología que lleva a acumular en casa un número desmesurado de animales de compañía a los que no se da una siquiera atención no ya adecuada, sino incluso mínima: ni alimentación, ni agua, ni alojamiento, ni atención veterinaria, ni condiciones higiénicas.

 El enfermo no reconoce que sus animales están mal incluso ante niveles críticos y evidentes de desnutrición, deshidratación, infestación parasitaria, proliferación de enfermedades, ataques entre los animales, canibalismo y cría incontrolada, todo ello en un espacio lleno de cosas, orinas y heces.

¿Cómo son estos enfermos?

Tienen la necesidad compulsiva de poseer muchos animales de compañía, más allá del límite en el cual pueden atenderlos de forma mínima. El enfermo suele creer que está "salvando" animales, sigue recogiendo y llevándose a casa sin freno, y además se opone ferozmente a separarse de ninguno de ellos, ya sea adoptado en una buena casa o para eutanasiarlo si está gravemente enfermo (en casos extremos tampoco quiere separarse de los cadáveres).

Este tipo de persona no es un simple excéntrico inofensivo y bien intencionado, sino alguien con un problema mental muy grave cuya consecuencia es el sufrimiento de sus animales. Si convive con niños o ancianos a su cargo, además, se produce una situación paralela de abuso y de maltrato con ellos.

No hay que confundir a la persona profundamente amante de los animales que tiende a acogerlos por compasión y se muestra hasta exageradamente empática con el sufrimiento de los animales con quien sufre una auténtica enfermedad mental.

El afectado por Noé acumula en su hogar un número desmesurado de mascotas sin preocuparse por darles la atención adecuada, así que las condiciones de animales y dueño son insalubres. El afectado por síndrome de Noé no se preocupa por aspectos básicos como la alimentación, la higiene o la salud de sus ´inquilinos´.

El enfermo de Noé no reconocerá, como el de Diógenes, que comete un error y que su entorno está sumamente degradado, ni siquiera que los animales pueden estar sufriendo, aunque el aspecto de éstos lo denote de forma evidente.

Una persona aquejada de este trastorno está lejos de ser un auténtico enamorado de sus mascotas. Eso sí, creeestar salvando a esos animales y se opondrá ferozmente a que se los arrebaten, incluso una vez muertos. Los animales acogidos por estas personas no se ciñen a un patrón. Pueden ser exóticos, silvestres o domésticos e incluso se pueden reunir distintas especies.

Pasión por los gatos. No obstante,lo más común es acumular mascotas domésticas por su accesibilidad y en muchos de los casos descritos hay cierta inclinación de los afectados hacia los gatos, pues son animales independientes, abundantes y pequeños, así que es posible convivir con muchos.

Algunas fuentes estiman que un 2% de la población puede llegar a sufrir Diógenes o Noé. El puntualiza que el origen de esta enfermedad es diverso, pero encualquier caso precisa una intervención especializada en la que, además de una terapia psicológica adecuada, es preciso el tratamiento farmacológico.

El psicólogo apunta dos posibles orígenes del síndrome de Noé: el trastorno obsesivo compulsivo o el estado psicótico. El trastorno obsesivo es propio de personas perfeccionistas muy exigentes consigo mismas que sufren ataques de ansiedad si no hacen lo creen correcto y se ven asaltadas por pensamientos recurrentes e indomables. Uno de ellos puede ser recoger animales.

Por su parte, el estado psicótico es una patología psiquiátrica grave que sitúa a quien la sufre fuera de la realidad. El hecho de que fijen su objetivo en los animales denota una necesidad de afecto no cubierta por parte de alguien con escasas habilidades sociales que ve más factible relacionarse con mascotas que con otras personas.González puntualiza que en ambos casos el tratamiento es complejo y de larga duración; el psicólogo estima que nunca inferior a un año y, en ocasiones, deben mantenerse de por vida.

El perfil del afectado essimilar al de quien sufre síndrome de Diógenes. Suele ser una personade edad, de cualquier condición socioeconómica y aquejadas de soledad.La enfermedad los lleva a aislarse socialmente y a abandonarse, tanto es así que pueden sufrir problemas de salud derivados del ambiente insano en el que se desenvuelven. Si se les recrimina su conducta pueden ser agresivos porque su gran problema es que no aceptan ayuda ni reconocen su situación.

¿A qué tipo de animales afecta?

Cualquier animal puede ser víctima de estos enfermos. Los informes han documentado una gran variedad de animales de compañía como gatos, perros. conejos, hurones, aves, cobayas, y de animales de granja (caballos, ovejas, cabras, pollos, vacas), así como animales exóticos y algunas veces animales salvajes peligrosos.

Los domésticos son los más habituales en estos casos, sobre todo por la facilidad para conseguirlos y porque tan es más fácil atenderlos que a los salvajes. Los gatos son los más afectados y los que más abundan en el estereotipo. Son más sencillos de coger y de tener en grupo que los perros, y ambas cosas explican por qué son las grandes víctimas.

No es raro que haya varias especies animales juntas, aunque la mayoría de las veces el enfermo tiende a acumular una sola. Las investigaciones no han explicado aún qué factores intervienen para que la inclinación sea una u otra.

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