La extraña dieta de Mark Zuckerberg

Mark Zuckerberg solo come los animales que él mismo mata



Ser billonario, que un día te pida consejo el Presidente de los Estados Unidos, y al otro, reunirte con Sarkozy y todo esto teniendo tan solo 27 años de edad... Puede terminar afectando un poco a tu cabeza.



O simplemente, cuando lo tienes todo en esta vida, te da por hacer cosas raras. Sea por lo que sea, se acaba de conocer una afición de lo más extraña de Mark Zuckerberg, dueño y señor de Facebook. En una entrevista con la revista norteamericana Fortune, ha reconocido que solo come la carne de animales que el mismo ha matado.



Según él, con este acto se siente totalmente vegetariano, porque así siente que solo mueren animales que a él le permiten vivir. Esta pirueta lógica, por llamarlo de alguna manera, es un ejemplo de una filosofía eco sostenible que el joven magnate practica y que consiste según sus propias palabras en que "cada vez que comemos carne, un ser vivo muere, y con este acto, soy consciente de que un ser vivo ha tenido que morir".



Un chef de Palo Alto, la localidad californiana en donde Facebook tiene sus oficinas, le ha presentado a varios granjeros de la zona, para que pueda visitar sus ganaderías, elegir las piezas, y darles matarife. Más tarde, envía el cadáver a un carnicero que le devuelve el animal despiezado o fileteado a casa, para que él lo cocine como quiera.



Comenzó con una langosta:



Según el artículo de Fortune, el primer animal que Zuckerberg mató fue una langosta, hirviéndola. Más tarde, fue ascendiendo en la cadena alimentaria y acabó con un pollo, un cerdo y una cabra. Como no podía ser de otra manera, el joven Mark alardea de su proeza en su perfil de Facebook, con fotografías de los platos que él y su novia Priscilla preparan con la carne. "Estoy comiendo muchas más verduras y comida sana, y además estoy aprendiendo un montón sobre cómo se crían los animales" afirma de forma entusiasta en la entrevista.



Esta nueva actividad forma parte de una especie de plan de superación personal en el que se ha embarcado Zuckerberg, un serie de retos entre los que también se encuentra aprender chino y vestir traje más a menudo. Este último objetivo parece el más difícil de cumplir, ya que aunque su fortuna es digna de un jeque árabe, suele vestir como un pardillo de instituto.



Esperemos que el siguiente paso del dueño de Zuckerberg no sea encerrarse en una habitación esterilizada para protegerse de virus y microbios, como en su día hizo otro rico y poderoso: el productor de cine Howard Hughes.



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