jueves, 16 de junio de 2011

Impresiones del videojuego Bioshock Infinite





Bioshock Infinite es uno de los videojuegos más prometedores que han pasado por el E3, quizá uno de los mejores títulos que están por llegar de aquí a un año. Corremos el riesgo de dejarnos llevar por las altas expectativas y acabar sufriendo una monumental decepción, como muchas otras veces (para muchos, la última gorda ha sido L.A. Noire), pero algo me dice que esta vez el resultado va a ser bueno.



Yo sólo me puedo fiar de las capturas, los vídeos y los reportajes que he leído, pero son ya muchos los que han probado el juego en Los Ángeles y han quedado encantados con la experiencia. Supongo que una de las claves del éxito es que, pese a tratarse de la tercera parte de una saga, Bioshock Infinite desprende una imagen fresca. Es algo nuevo, no un refrito o una especie de expansión, tal y como era la segunda parte.







El juego comparte muchas rasgos con las entregas precedentes. Se trata de un shooter subjetivo, podemos utilizar poderes especiales y el escenario es una ciudad que aspira a ser utópica pero que es completamente hostil. Eso sí, mientras que Rapture era una urbe subacuática, Columbia es una hermosa construcción que flota entre las nubes. Este cambio afecta de lleno a toda la aventura, tanto en su estética y en su argumento como, por supuesto, en su desarrollo.



Los escenarios son amplísimos y luminosos, de diseños fantásticos. Por ellos debemos movernos tanto corriendo por tejados, azoteas y terrazas como deslizándonos velozmente por unos raíles que recorren toda la ciudad. Otro de los cambios más significativos de este capítulo de Bioshock es la constante compañía de Elizabeth, una chica a la que tendremos que ayudar a escapar de Columbia.



La joven es el objetivo de dos facciones que pretenden emplear sus extraordinarios poderes para su propio beneficio. Mientras seamos los guardianes de Elizabeth, esas habilidades cuasi divinas estarán a nuestra disposición. Eso sí, su uso implicará un gran agotamiento para la muchacha, así que no podremos contar con ella hasta que se recupere. Por otro lado, no serán pocas las veces en las que deberemos tomar una decisión que determine el desarrollo de la aventura. Esto le añadirá aún más valor jugable (y rejugable) al título.



Si el nivel de diversión consigue igualar el nivel de espectáculo y la calidad gráfica y artística de lo visto hasta ahora, estamos sin duda ante una joya que no debemos perder de vista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario