El virus A/H1N1 ya ha provocado cuatro muertes fuera del continente americano, su lugar de origen. El fallecimiento de la primera víctima, una mujer escocesa de 38 años, hizo saltar algunas alertas; sin embargo, los científicos se apresuraron en subrayar que "los problemas de salud subyacentes" que sufría la paciente han tenido mucho que ver en el fatal desenlace.
"Aunque todavía no se ha podido determinar qué personas tienen más probabilidades de contagio, sí se sabe que hay determinados grupos con un riesgo más alto de sufrir complicaciones si contraen el virus", explica a elmundo.es Francisco Guillén, director de la Unidad de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Clínica Universitaria Navarra.
Son más vulnerables al virus, según las palabras de Guillén:
Las personas mayores de 65 años
Quienes padezcan una enfermedad que predisponga a complicaciones, como las enfermedades crónicas cardiovasculares (salvo la hipertensión), diabetes, insuficiencia renal, anemia, enfermedades pulmonares, enfermedades hepáticas crónicas.
Las personas en estado de inmunosupresión, como pacientes con sida o aquellos que se hayan sometido a un trasplante
Niños y adolescentes menores de 18 años que sigan un largo tratamiento con aspirina. El uso continuado de ácido acetilsalicílico en este grupo para tratar los síntomas gripales puede desencadenar un daño cerebral súbito y problemas hepáticos. (Se conoce como Síndrome de Reye).
Mujeres embarazadas
"Que sean más vulnerables no significa que deban estar especialmente preocupados. Estas personas son más susceptibles a complicaciones si sufren cualquier infección, incluida la gripe estacional, y el nuevo virus no es una excepción", comenta Andreu Segura, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria.
Tanto las autoridades sanitarias europeas como las estadounidenses remarcan que la mayoría de los 29.669 casos que se han registrado hasta la fecha en todo el mundo son leves y que muchos de los afectados han superado el contagio sin mayores problemas.
Si tose y tiene fiebre, no vaya al médico
La extensión del virus por todo el planeta y el contagio mantenido en algunas regiones hizo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevara la alerta al nivel de pandemia; una decisión que, según señalan los expertos consultados por elmundo.es, no ha conllevado muchos cambios en la práctica.
"Lo que supone este nivel es que contener la difusión del virus es imposible y hay que centrarse en los efectos de la enfermedad", comenta Segura, también miembro del comité científico creado por el Ministerio de Sanidad.
En este sentido, el Comité Ejecutivo Nacional de Gripe ha anunciado que, a partir de ahora, las administraciones sustituirán las medidas de control de la expansión de la enfermedad por la vigilancia estrecha de los cuadros respiratorios graves que se produzcan en hospitales seleccionados y a través de la red de médicos centinela.
Eso sí, tal como explican los especialistas consultados por elmundo.es, sigue siendo necesario tomar algunas medidas básicas para reducir los contagios en la medida de lo posible. "En caso de sospecha, ante cualquier síntoma gripal, lo más razonable es no acudir a los servicios sanitarios. Hay que pedir ayuda, pero por teléfono -a través del 112- , donde se recibirán instrucciones sobre qué hacer", indica Segura.
"A simple vista, no puede distinguirse el nuevo virus del de la gripe estacional, por lo que hay que tomar precauciones. De esa manera, se evita exponer a más gente al contagio, especialmente a grupos vulnerables que pueden estar en el centro de salud", apunta.
"Y es necesario extremar las medidas higiénicas. Lavarse las manos es fundamental para prevenir el contagio. Es una medida mucho más útil y efectiva que otras más llamativas, como las mascarillas", recalca.
Este experto duda de que se lleve a cabo una inmunización masiva una vez que esté lista la vacuna específica en la que ya trabajan varios laboratorios.
"Lo que se plantea es hacer una selección similar a la que ya se hace con la gripe estacional y recomendar la vacuna a determinados sectores", comenta.
"Habrá que ver qué grupos estratégicos la necesitan y valorar si los más jóvenes, por no haber estado nunca en contacto con virus similares, son una población a tener en cuenta", explica este experto, quien señala en todo momento, que "la vacuna todavía debe ponerse a prueba" y que es sólo un elemento más de prevención.
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