La marca de gelatina Jell-O está llevando a cabo en Chicago y Nueva York una innovadora acción de marketing que no está exenta de cierta controversia, ya que está directamente relacionada con un tema que incomoda a muchas personas: su edad.
Para promocionar su gama de postres llamada Temptations, dirigida a un público adulto, han puesto en marcha una campaña de muestras gratuitas a través de una máquina dispensadora de última tecnología.
El aparato lleva incorporado un sistema de reconocimiento facial que escanea el rostro de las personas que se colocan frente a ella, dando a probar el producto solo a aquellas que tienen la edad idónea según el target al que se dirigen.
Cuando un niño pulsa un botón para tratar de conseguir un postre gratis, la máquina identifica sus rasgos y emite una señal de alerta junto a un mensaje poco amigable: "Lo siento, niño, eres demasiado joven para apreciar un placer como este. Por favor, mantente alejado para que los mayores puedan conseguir su muestra gratuita".
La aplicación de este avanzado sistema en una acción promocional ha despertado algunas inquietudes entre los usuarios. Aunque la máquina no hace públicos los datos sobre la edad de los consumidores, existe cierto temor sobre el uso que pueda dar la compañía a toda la información recopilada. Es por ello que Kraft, la empresa propietaria de la marca, se ha apresurado a aclarar este punto para evitar suspicacias.
"La máquina no identifica a personas individuales, ninguna imagen es almacenada y no se recoge ningún tipo de información personal", ha aclarado la empresa a través de un comunicado, para tranquilidad de los consumidores más recelosos de su privacidad.
El dispensador de gelatina ha sido diseñado por Intel, que ha aplicado la tecnología de reconocimiento facial llamada Autonymous Video Analytics. Otras marcas como Gillette, Harley Davidson o Adidas también se han embarcado en proyectos similares. ¿Se trata del siguiente paso hacia un tipo de publicidad segmentada por la información que transmite nuestra cara?
La promoción televisiva de la gama Temptations de Jell-O también dio mucho que hablar, ya que el spot despertó una corriente de opinión negativa entre algunos padres muy susceptibles. El anuncio muestra el engaño que lleva a cabo un matrimonio con sus hijos, con gran susto incluido, con el poco loable objetivo de arrebatarles su Jell-O de chocolate.
Aunque el posicionamiento de la marca es que no es un producto para niños, muchos padres se quejaron por aparecer representados de esa manera en el spot.
No hay comentarios:
Publicar un comentario