sábado, 14 de enero de 2012
Insolito caso de un joven que violó a su novia dormida y la dejó embarazada
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón acogió ayer la declaración de una mujer de Burriana quien acusa a su expareja de haberla violado mientras ella dormía y, después de ese acto sexual, haberla dejado embarazada, lo que le provocó secuelas psicológicas, según declaraba ayer.
Los hechos sucedieron en julio de 2010 cuando, según el escrito del fiscal, el hombre se acostó a dormir con la que era su novia desde hacía dos años y, para "satisfacer sus deseos libidinosos, se aprovechó de que se hallaba profundamente dormida para, sin mediar consentimiento, quitarle el pijama y penetrarla hasta eyacular".
Después de este supuesto abuso la mujer se quedó embarazada, lo que le provocó "un trastorno depresivo por el que precisó de tratamiento psicológico", según el escrito de acusación.
En el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Castellón, la mujer afirmaba que su novio le puso "algo" en un vaso de agua que se bebió antes de ir a dormir, lo que le impidió despertarse. De hecho, aseguraba ante el juez que ella misma notó que el agua tenía un sabor extraño y se lo dijo a su entonces pareja y él se negó a probarla.
De forma inmediata, la mujer cayó en un profundo sueño. Asimismo, declaró que cuando se despertó y se dio cuenta de lo ocurrido pidió explicaciones a su novio, que le pidió perdón y alegó que quería tener un hijo.
En la declaración, el joven, también de Burriana, reconoció que se puso encima de su novia mientras ella dormía y "en cuestión de segundos" culminó la relación. El juez le preguntó si durante la práctica sexual había habido penetración y el joven dijo que "hubo contacto" pero de "uno o dos centímetros".
La joven, quien aseguraba haber pasado un proceso depresivo, dijo que no había tenido relaciones sexuales con ningún otro hombre, por lo que él era el responsable del embarazo.
El fiscal ha considerado que los hechos son constitutivos de un delito de abuso sexual con la circunstancia agravante de parentesco.
Por ello, ha pedido para el acusado la pena de nueve años de prisión, una prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante diez años y al pago de una indemnización de 6.000 euros por el perjuicio moral a la víctima. El juicio quedó visto para sentencia.
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